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En los pacientes que requieren una intervención quirúrgica de emergencia, el manejo de las comorbilidades médicas requiere la coordinación inmediata y efectiva entre el cirujano, el anestesiólogo y el equipo médico de atención primaria. En el entorno de la cirugía no electiva urgente el médico de atención primaria desempeña un papel preponderante, ya que la coordinación de la atención del paciente crítico con enfermedad de resolución quirúrgica debe mantener un equilibrio en el desarrollo de las pruebas preoperatorias necesarias para establecer un diagnóstico y optimizar el manejo médico y la resolución quirúrgica del disparador; este abordaje se debe desarrollar en el menor tiempo posible, ya que en este grupo particular de pacientes el tiempo representa vida e integridad física. Debido a los importantes cambios fisiológicos que se producen en el paciente grave a consecuencia de la lesión primaria, el estrés impuesto por el abordaje quirúrgico, la anestesia y las situaciones mórbidas previas, los pacientes quirúrgicos críticos tienen un elevado riesgo de desarrollar complicaciones agudas que pueden comprome